Fotografia de la Edición Impresa

Aremy, una agente de la Policía Estatal de Investigación, no aguantó, salió de la posición de firmes y se secó una lágrima, sus uñas estaban pintadas de rosa, color que contrastaba dramáticamente con el gris del cielo, la lluvia, el frío y las decenas de caras llenas de tristeza en el sepelio del “héroe caído”.

—Agente Manuel Felipe Nery Blanco Méndez —gritó un comandante en el pase de lista y parado frente al féretro de madera color caoba.

—¡Presente! —respondieron los policías al unísono y el diálogo se repitió dos veces más, para luego escuchar a la banda de guerra.

El policía, como informamos ayer, cayó en el cumplimiento de su deber cuando trasladaba a una víctima a la Fiscalía General del Estado, que terminó siendo su victimario; y para despedirlo la SSP realizó los honores correspondientes.

Más de 200 policías, bomberos y paramédicos formaron larga fila para honrar la memoria del compañero caído; no importaba la lluvia que por momentos se hacía más fuerte y junto con el viento calaban como el dolor de la familia del occiso.

—Adiós, mi amor. Gracias por todo lo que nos diste —le dijo su esposa cuando se acercó al féretro y miró a su esposo a través del cristal; no hubo desgarradores llantos, pero el silencio que había en el cementerio de Xoclán donde fue enterrado el oficial era más que contundente, cualquiera de los ahí presentes, en su mayoría policías, pudo estar en su lugar.

A poco menos de un metro estaba parado el comandante Luis Felipe Saidén Ojeda, quien serio miraba el ataúd, y entonces se comenzaron a escuchar el ulular de las sirenas; la agente Aremy, quien fue nombrada en el pase de lista justo antes del oficial caído, hizo una mueca con la boca para tratar de blindar sus sentimientos, pero ni el uniforme ni la orden de firmes pudo impedirlo.

La siguiente orden del comandante fue a preparar las armas, un grupo de policías las levantó, quitó los seguros y dispararon; con eso, la Secretaría de Seguridad Pública honraba la memoria de Felipe Blanco.

Ni fotógrafos ni camarógrafos pudieron acercarse al sepelio, que no fue en el mausoleo del policía, sino en una fosa propiedad de la familia. Un reportero de televisión logró colarse, pero fue sorprendido cuando tomaba un vídeo y fue el mismo comandante Saidén quien fue en busca del reportero para reprenderlo: “¿Por qué no respetan la privacidad de la familia?, sólo eso preguntó, ¿por qué no tienen respeto?”, dijo al reportero con voz fuerte y le pidió eliminar las imágenes y no publicar nada de lo que tenía.

Entonces el comandante Saidén, el único que llevaba un uniforme verde impermeabilizado, regresó a su lugar a observar a los trabajadores del Ayuntamiento que colocaban el concreto para sellar la cripta.

Poco a poco se colocaron las más de 20 coronas de flores que llegaron de compañeros, amigos y familiares, y poco a poco, después de despedirse, todos se retiraron de la tumba del “héroe caído”.

En recuperación

El gobernador Mauricio Vila Dosal anunció todo el apoyo a la familia del agente que murió de un balazo a manos de Ángel González, quien solicitó apoyo para él y su familia ante el temor de que fueran secuestrados.

Vila Dosal dijo que a la familia del oficial caído en el cumplimiento de su deber se le darán todos los seguros con que cuentan los agentes y una pensión vitalicia.

Asimismo, se dijo que José Antonio Rodríguez Basto, el otro agente herido en el atentado, se recupera de manera favorable de las lesiones sufridas en el tiroteo.

Hoy la pareja detenida será puesta a disposición del juez de Control para que enfrente el debido proceso judicial.

El término legal se vence hoy a las 9:30 de la mañana, por lo cual se espera que se realice de manera inmediata la audiencia de legal detención e imputación del delito.

En el caso del presunto asesino, su situación es muy complicada porque será acusado de homicidio calificado y homicidio en calidad de tentativa contra servidor público. La mujer, quien tenía el arma en su bolso, sería acusada de portación ilegal de armas y objetos prohibidos, delitos considerados no graves por lo cual podría salir libre con restricciones.

El crimen ocurrió anteayer por la mañana en el estacionamiento de la Fiscalía, en el Complejo de Seguridad estatal. El presunto asesino fue invadido por el pánico de ser víctima de secuestro por lo cual tomó el arma y disparó contra los agentes.

Se espera que el proceso no se alargue pues el agresor confesó y hay pruebas periciales y testimoniales que lo incriminan.