ARRIBA EL vehículo rojo se quedó sin su parte delantera

Dos semaforazos se registraron de manera simultánea en calles del centro de Mérida.

A pesar de lo aparatoso del accidente no hubo heridos de gravedad.

Como ninguno de los conductores involucrados aceptó su responsabilidad, las aseguradoras optaron por que cada quien pagaría sus daños.

“Es mejor así y no llegar a la Fiscalía”, dijo uno de los ajustadores. El primer percance ocurrió en la calle 60 con 39 del Centro de Mérida.

La camioneta placas YP-5547-A transitaba de sur a norte sobre la calle 60; al llegar al cruce con la calle 39 fue impactada en su lado izquierdo por el Versa placas ZCW-766-A, el cual transitaba de poniente a oriente sobre la calle 39.

Por la fuerza del impacto, el guiador de la camioneta perdió el control del volante y se subió a la acera.

No se registraron heridos de gravedad, ambos guiadores tuvieron golpes leves.

Ante la policía, los dos conductores alegaron que el semáforo les marcaba luz verde de paso.

A unas cuantas cuadras de ese punto ocurrió otro hecho similar, para ser exactos en Paseo de Montejo con avenida Cupules, es decir, en la calle 56-A con 33.

Los involucrados fueron un auto Hyundai Elantra y una camioneta marc Honda tipo CR-V.

Vio luz verde

De acuerdo con los datos recabados en el lugar de los hechos, el auto placas YZK-906-B transitaba de sur a norte sobre el Paseo de Montejo y al llegar al cruce con la avenida Cupules continuó debido a que, según aseguró, el semáforo marcaba verde.

Justo en ese momento, sobre la avenida Cupules transitaba de oriente a poniente la camioneta placas ZAC-158-B, cuyo conductor alegó que también le marcaba luz verde el semáforo.

El auto se impactó en el lado izquierdo de la camioneta, lo que ocasionó que está se quedará atravesada en medio de la arteria y el Elantra se quedará mirando hacia el poniente.

Los guiadores resultaron con golpes leves por lo cual fueron valorados por paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Al no haber acuerdo, para evitar la detención de sus clientes los ajustadores dijeron que cada quien pagaría sus daños.