Analizar y revisar el programa Escudo Yucatán, fomentar más la cultura de respeto a los derechos humanos, impulsar la educación como eje del sistema de seguridad, acabar con las leyes “muertas” y pugnar por su estricta aplicación, aumentar las opciones de formación de los jóvenes para alejarlos del pandillerismo y mejorar el salario de los policías son algunas medidas que Jorge Zavala Castro, candidato a gobernador por el PRD, pondría en marcha si gana la elección de julio.

En cuanto a la actuación de Luis Felipe Saidén Ojeda al frente de la SSP, dice que el jefe policíaco ha realizado un buen trabajo y lo considera una persona con la preparación suficiente. Agrega que sí lo ratificaría en el cargo, aunque primero hablaría con él.

Estos conceptos forman parte del plan de seguridad del exdirector del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Uady, que expone el académico en la segunda parte de amplia entrevista con periodistas de Grupo Megamedia.

El doctor Zavala Castro comparte la visión de Yucatán como un estado seguro, pero señala que esa condición tiene mucho que ver con la forma de ser y la cultura de los yucatecos: “Somos un pueblo amable, no somos un pueblo violento”.

No obstante, indica que hay que trabajar mucho y, entre otras cosas, revisar Escudo Yucatán para saber “cómo está hecho” y cuál es su impacto entre la población.

“Probablemente la seguridad se pueda dividir en dos partes: la seguridad real y la seguridad de percepción”, añade. “Tengo amigos y parientes a los que han robado en sus casas y ellos dicen: ‘El programa Escudo Yucatán no significa nada para mí’. No vaya a ser que esté dirigido más a proteger grandes consorcios y no a la gente común. Siempre, antes de negar o afirmar que un programa funciona, hay que analizarlo”.

El candidato del PRD subraya que en el tema de seguridad es importante que las leyes no sean letra muerta, sino que se les aplique en forma estricta, y también es fundamental trabajar muy duro por los derechos humanos, “ver cómo está nuestro sistema penitenciario, nuestro sistema judicial, nuestro sistema policial”.

Sobre el feminicidio, un fenómeno que ha cobrado notoriedad en los últimos años, el doctor Zavala Castro señala:

“El feminicidio es inaceptable. La violencia contra las mujeres es inaceptable. Los feminicidios no nacen porque mataron a una mujer… Nacen porque hay una violencia contra las mujeres y esto tiene mucho que ver con la educación que estamos dando a nuestros niños.

“El problema que tú me puedas mencionar es el efecto de muchas causas. Y creo que no sólo debemos atacar ese efecto. Tenemos que aplicar la ley, en todo lo que da la ley, a la persona que violente, que maltrate a una mujer. Y a la persona que mate a una mujer, pues hay una ley que se debe aplicar, definitivamente. Cuando estas leyes no se aplican y se convierten en letra muerta, o cuando tienen puertas traseras, entonces surgen más complicaciones.

“A final de cuentas tenemos que tratar esto como un serio problema, pero también tenemos que identificar las causas, saber qué fue lo que llevó al feminicidio. Hay que trabajar con la gente, con más educación, con la cultura. A lo mejor la violencia es un problema de alcoholismo y hay que atacarlo con ese enfoque”.

El exdirector del “Hideyo Noguchi” afirma que lo mismo ocurre con el pandillerismo, otro fenómeno que ha resurgido en Yucatán, principalmente en el interior del Estado.

“En la universidad (la Uady) tuvimos un proyecto que se llamó Juventud y Sociedad”, prosigue. “Es un proyecto que tenía como objetivo precisamente abatir los índices de pandillerismo, que pueden tener su origen en una falta de empleo”.

También dice que los parques públicos, con su estructura y concepción actual, se han convertido muchas veces —“y lo dice la gente”— en lugares donde empieza a nacer el pandillerismo porque “son lugares de ocio”.

“Yo tengo un proyecto de parques diferentes, un proyecto de parques que sean entes vivos”, agrega. “¿Cómo lo vamos a hacer? Pues muy fácil: vamos a generar lugares donde se imparta educación tecnológica, donde vamos a poner robótica y programación, donde los muchachos puedan aprender ese tipo de cosas que van a aumentar su capacidad curricular. Vamos a tener una sección de cultura, donde los jóvenes aprendan a tocar guitarra, donde aprendan teatro… Vamos a tener una sección deportiva, donde los muchachos van a aprender algunos deportes, donde vamos a tener una sección de niños, donde se les dé a los niños una estimulación temprana a través de los juegos. Y todo esto va a estar regulado por las comunidades, que van a decidir cuáles son los intereses de la gente para ir a esos parques”.

Al hablar de los retenes de alcoholímetro considera que se han manejado con rectitud —“si hay corrupción yo no lo sé”— y han logrado reducir los accidentes de tránsito.

Sin embargo —“y allá va el pero”—, dice que en esos retenes hay que tomar en cuenta los criterios que se utilizan para declarar a un conductor en estado inconveniente.

“A mí me pasó, y es una situación personal, que al regresar de trabajar con mi estructura la persona que estaba conduciendo, que no bebe, apareció positivo en la prueba. ¿Qué está pasando? El aparato está mal”.

El entrevistado dice que esos aparatos deben tener un certificado de calibración, con frecuencia acorde con su uso. “Si se utilizan diez mil veces en una semana tendrán que ser calibrado cada semana”, apunta.