Peatones transitan en el parque principal de la ciudad de Progreso

Víctima de la influenza, un infante progreseño de 18 meses de edad se debate entre la vida y la muerte en la Clínica de Mérida, debido a que sus pulmones no responden adecuadamente al tratamiento.

En un esfuerzo para salvarle la vida, los médicos de ese nosocomio lo mantienen en coma inducido.

Jorge Sosa Sánchez informó ayer miércoles que su nieto Josías Rodríguez Sosa se encuentra hospitalizado desde hace 20 días.

El abuelo también tiene gripe y se mantiene alejado de la panadería que atiende con su esposa, Mildred Margarita Jiménez Tamayo.

Sosa Sánchez relató que su nieto desde hace unas tres semanas se enfermó, presentó fiebre alta y dolores en la garganta y cabeza.

Lo llevaron a consultar con un pediatra y éste les dijo a los papás, Rafael Rodríguez Arceo y Mildred Elidé Sosa Jiménez, que tenía solo una infección en la garganta.

Debido a que el menor no quedó bien, lo llevaron con otro pediatra, quien confirmó que solo era una infección en la garganta, pero indicó los medicamentos no eran los adecuados y le recetó otros.

Sin embargo, el niño tampoco mejoró, sino continuó con fiebres, tos, dolores de cabeza, decaimiento, dejó de caminar y se puso grave.

Un pediatra que auscultó al infante les dijo a los papás que Josías tiene influenza y que necesita hospitalización porque sus pulmones se cerraban y no funcionaban adecuadamente, así que lo internaron en la Clínica de Mérida, donde por su gravedad le indujeron el coma para su tratamiento.

En esa clínica les dijeron que el niño está muy grave, no les dieron muchas esperanzas de sobrevivir.

Les indicaron que requiere de medicamentos que solo se encuentran en Ciudad de México, hasta donde viajó Gloria Sosa Jiménez, tía de Josías, para comprarlos y traerlos para que se los apliquen al niño.

Por ello, la familia requiere de ayuda económica para los gastos de hospitalización.