Una familia del municipio de Huhí vivió ayer martes un doble drama: al dolor que afronta por la muerte de un pariente se sumó la sorpresa y el disgusto de ver que se le entregó a un desconocido para velar, en lugar de su abuelo.

En un principio, los deudos consideraron que trabajadores del hospital Benito Juárez del IMSS se confundieron de difunto al hacer el envío a la familia de Huhí. Sin embargo, la delegación del IMSS en Yucatán informó que los familiares identificaron el cuerpo en el hospital y que la confusión ocurrió en el traslado de los cuerpos y fue cometida por una funeraria.

El IMSS indicó que él no presta el servicio de traslado funerario sino lo subroga. La delegación del Seguro Social informó que subrogó el traslado a una funeraria particular de Mérida, a la cual no identificó.

El insólito caso ocurrió luego que Roberto Ferráez, de unos 76 años de edad, falleció por complicaciones derivadas de la diabetes.

La familia Ferráez recibió ayer a las 9 de la mañana el féretro con el cuerpo de quien creyeron que es su abuelo.

Los deudos descubrieron que les entregaron un cuerpo equivocado, pues no era su abuelo, sino un finado al que no conocen.

Por el descuido de los trabajadores, la familia afrontó contratiempos para velar al abuelo y sepultarlo.

Poco más de cuatro horas esperaron los deudos para el intercambio de cadáveres.

Poco después de la 1 de la tarde, finalmente, les entregaron el cuerpo del abuelo.

Sin embargo, solo pudieron velarlo unas tres horas, pues a las 4 de la tarde lo sepultaron en el cementerio general de Huhí. La familia que vivió este raro caso de confusión de cadáveres habita en un predio cercano a la clínica del IMSS en Huhí, comunidad que se ubica a 63.25 kilómetros de Mérida.

La equivocación funeraria causó asombro y disgusto en la familia Ferráez.