Fotografia de la Edición Impresa

Tía, mi esposa siempre me dice que no la lleno, que apenas la caliento lo suficiente y que está cansada de mí. La otra vez, en venganza, me quemó todas mis trusas; la verdad no eran bonitas, pero sí muy cómodas. He intentado varias cosas, pero creo, el problema está en mi tilín. Ella le da muchos jalones y le vale si me lastima.

Edwin Puch

¡Ay, papito!, qué culpa tiene el chiquillo. Tu esposa seguro anda con un coraje, no más busca la manera de desquitarse. Capaz y te lo arranca, cual vaca comiendo zacate. Habla con ella, a lo mejor llegan a una solución, siempre lo he dicho, el problema no está en el tamaño si no en como se mueve.