Un bebedor consuetudinario estuvo a punto de tener una muerte horrible la tarde de ayer viernes en calles del centro de esta ciudad.
Víctor Cauich Aguilar estuvo a punto de tener una muerte espantosa, pues mientras estaba bajo los efectos del alcohol se quedó dormido recostado en la acera de una conocida cantina.
Blanca M.O., a bordo de una camioneta tipo pick up, al intentar estacionar en la esquina de la calle 38 con 41, para entrar al establecimiento, no se fijó que el hombre estaba dormido en dicho lugar por lo que lo alcanzó en la pierna izquierda y lo dejo adolorido.
Los taxista foráneos que esperaban turno fueron testigos del hecho y le gritaron a la conductora al tratar de alertarla y a tiempo llegaron para evitar una tragedia.
La mujer se retiró y estacionó su vehículo a un par de cuadras y volvió para refrescarse en la cantina.
Los ruleteros llamaron al 911 y en cuestión de minutos, llegaron númerosos agentes de la Policía Municipal. También se presentaron peritos para proceder con el deslinde de responsabilidades. Paramédicos a bordo de una ambulancia la Policía Municipal llegaron para prestar los primeros auxilios al lesionado; lo abordaron a la unidad y descartaron lesiones serias. Cauich Aguilar se bajó de la ambulancia y pidió al la conductora 500 pesos. Al parecer no tiene familia por dedicación al vicio.
