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La venta “hormiga” de drogas en la ciudad se ha convertido en una actividad descarada, al grado de que los “dealers”, (comerciantes, “burritos” utilizados por los narcomenudistas) llegan cada vez más a las escuelas secundarias y de nivel preparatoria, en donde acuden a vender sin problema alguno.

Reportes policíacos indican que ya tienen identificados algunos puntos donde se vende droga, sobre todo en fraccionamientos y colonias de la ciudad, sin embargo es difícil detener a los vendedores en flagrancia porque casi siempre las operaciones las realizan en el interior de alguna casa.

De acuerdo con investigaciones realizadas, los narcomenudistas cuentan con una red de distribución en varios puntos de la ciudad, como en los fraccionamientos Flor Campestre, Flamboyanes, X’Corazón y Lolbé, y las colonias San Francisco, Oaxaqueña, Militar, entre otros puntos, donde incluso se sabe de reuniones que realizan los consumidores.

Fuentes de la Policía indican que la mayoría están identificados y son vigilados de manera constante a fin de detectar cuando cometan algún error.

“La vigilancia que se les pone es para buscar en un momento determinado la flagrancia de la compraventa, de lo contrario fácilmente salen de nuevo a las calles a seguir vendiendo; incluso ellos mismos saben sus condiciones legales en caso de ser detenidos de manera irregular”, se indicó.

Por tal motivo, aunque se tenga identificado a los narcomenudistas, no se les detiene hasta que incurran en la flagrancia, incluso por esa razón de manera constante colocan retenes en sitios estratégicos, porque pudiera ser en el cierto momento estén llevando alguna droga para entregar y puedan ser detenidos.

Las fuentes policíacas indican que esa es una de las razones por el que se llevan al cabo en bares, cantinas y restaurantes constantes revisiones, incluso cuando se sabe que alguno de ellos se encuentra en determinado negocio se monta el operativo y se acude al lugar, pues podrían tener drogas en ese momento.