Una amplia gama de colores y tonalidades, formas, tamaños, aromas, sabor y pungencia representan la amplia diversidad del chile habanero (“Capsicum chinense”) en la Península de Yucatán, considerada como un centro de reserva genética de este fruto por ser una de las regiones geográficas con mayor diversidad de esta especie.
El chile habanero de la Península de Yucatán se considera uno de los más picantes del mundo.
De acuerdo con Nancy Santana Buzzy, del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), la misión de los trabajos de chile habanero en el año y hasta la fecha ha sido establecer los cimientos científico-técnicos para el mejoramiento genético reciente de un cultivo que no solo es un símbolo, sino también materia prima de diversas industrias y la base del sustento de un considerable número de familias en la región.
El CICY cuenta actualmente con un banco de germoplasma de C. chinense Jacq., el cual es reservorio de gran parte de la diversidad de esta especie en la región.
Además, representa una absoluta garantía de protección de estos valiosos recursos genéticos.
De acuerdo con un comunicado, en este banco se conservan en forma de semilla, alrededor de muestras o accesiones de chile habanero, colectadas en la Península.
Esta diversidad está representada por chiles habaneros naranjas, rojos, amarillos, blancos madura rojo, morados, “chocolate” y “cubanos”, epítetos con los que se le conoce a este chile habanero en la región.
Como parte de la estrategia para la conservación y protección del germoplasma de chile habanero, se cuenta con un sistema de conservación “in vitro” por lento crecimiento o mínimo crecimiento, en el que las plantas permanecen años con solo subcultivos y con un crecimiento mínimo, sin perder su vigor, explicó Nancy Santana.
Como resultado de un trabajo sostenido y sistemático, en el año, el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas aprobó el registro en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales, de los tipos de chile habanero citados.
