Cierta amiga de Arequipa, se divertía inventando historias y cuentos sobre fantasmas, suicidios y maldiciones vía chat. Un día decidió fingir que ella y una amiga habían querido jugar a la ouija y que esto había traído como consecuencia la muerte de una de ellas.
Una noche esperó y se comunicó con un tipo que ella no conocía. Contó su historia, comprobó que el otro le creía y salió del canal de Chat.
Al toparse con el mismo tipo al día siguiente en el chat, fingió que su amiga había muerto y que ella se iba a suicidar. La víctima, atormentada, trató de hacer todo lo posible para ayudarla. Tras haber jugado bastante con el pobre tipo, esta finalizó diciéndole que ella misma ya había muerto y terminó maldiciendo al chateador y a su madre.
Al día siguiente, ella se levantó como en un día normal. Feliz, decidió ir a saludar a su madre… Cuando esta entró en el comedor, vió cómo su madre se retorcía en un cable de colgar ropa… se acababa de ahorcar.
Llamó a la policía y a los médicos; al cabo de un rato, llamaron por teléfono y le comunicaron la terrible noticia de que su amiga había sido atropellada por un camión.
Desesperada, trató de escapar al único lugar que era seguro para ella, el centro de la ciudad. Entró a un punto de internet, se conectó al chat, y se encontró con el tipo al que había atormentado…
Le pidió disculpas y le comentó lo ocurrido… Él solo le mandó una foto a su correo, una foto de él… Con mucha curiosidad, decidió verla… Solamente les digo algo… La próxima semana la van a internar en el manicomio. ¿Qué habrá visto en la foto, realmente? No lo sé.
Saben… A veces uno cree que con venir a querer asustar a cualquiera o a maldecir como en el caso del internauta, se puede lograr mucho… Pero que pasaría si la persona que está al otro lado de la línea ya está maldito? O peor aún, cómo saber si es humano?
Moraleja niños y niñas: no jueguen con lo que no conocen, ni jueguen con quién no conocen, porque tal vez podría sucederles cosas desagradables a ustedes o sus familiares, o incluso perdiendo su miserable vida…
