Fotografia de la Edición Impresa

Electrocutado fue como pasó al Valle de los Fríos un carnal el sábado por la noche, poco después de las 9, cuando le daba mantenimiento a un dispensador de agua ubicado en Ciudad Caucel, sección Libélulas.

El caso corrió como reguero de pólvora y muchos decían que lo había sacudido el teléfono por el que hablaba mientras realizaba su chamba; otras versiones decían que se había infartado o que lo habían asaltado.

Se pudo saber que el difunto respondía al nombre de Eduardo Rodríguez Caro, de 29 años, y fue encontrado por un cliente que llegó al lugar para servirse agua, estaba tirado junto a los contenedores y la bomba de un establecimiento ubicado en la calle 84 con 51 de la mencionada zona habitacional. Cuando el cliente se fijó que el pobre de “Lalo” no se movía, de boleto llamó al 9-1-1 para reportar la emergencia. Ahí se presentó la dueña del lugar, quien sería presuntamente esposa del occiso; ésta contó que estaba hablando por teléfono con él, cuando escuchó un ruido, un grito y de ahí perdió la comunicación. El lugar fue acordonado por los agentes de la Policía Estatal y posteriormente llegó el personal de la Fiscalía General del Estado que se encargó del levantamiento del cuerpo para la diligencia de ley. La causa de la muerte aparentemente por una descarga eléctrica.