Lugareños muestran varios caracoles que devolvieron al océano luego del fenómeno marino que se registró ayer en las playas de Progreso

Con un fenómeno marino pocas veces visto amaneció ayer el puerto: el mar se alejó hasta 100 metros en un tramo de un kilómetro desde la altura de la calle 44 hasta la 64, abarcando parte de la playa del malecón.

Esto llamó la atención de los madrugadores corredores y los pescadores que se disponían a salir a la captura, y obligó a policías ecológicos a acudir a la playa por los caracoles que recalaron.

Hubo partes del malecón donde el mar se alejó 50 metros, que fue a la altura del parque de La Paz, pero a partir del asta monumental hasta el rumbo de Pluma y Lápiz el alejamiento fue de unos 100 metros.

La amplia playa llamó la atención de numerosas personas, pues pocas veces se ha visto. Para quienes fue la primera vez les causó extrañeza e incluso lo relacionaron con sismos submarinos y un posible tsunami.

Para los pescadores ribereños el fenómeno es natural, de crecientes y vaciantes. Recordaron que el pasado domingo 27 azotó fuerte norte y el mar avanzó hasta 100 metros, luego recobró su naturalidad. Ayer sábado se presentó la vaciante y el mar se alejó.

Bernardo Crespo Silva, capitán regional de Puertos, señaló que es un fenómeno natural y efecto lunar. Antes se registró marea alta y amaneció con marea baja… eso hizo que el mar se alejara, no hay por qué preocuparse ni alarmarse y tampoco hay riesgo de un tsunami.

De acuerdo con los pescadores, entre ellos Javier Montalvo Ventura, el mar comenzó a alejarse a las cuatro de la madrugada. Para las siete de la mañana se veían tramos donde se había alejado hasta 100 metros.

Lo que más llamó la atención fueron los cientos de caracolitos que el mar arrojó a la playa, los cuales quedaron en la arena. Pescadores y corredores los desenterraron y los devolvieron al mar.

Estos caracoles se conocen como “lancetas”, por su tamaño pequeño, los cuales al crecer son el caracol blanco, especie que está en veda permanente.

La arribazón obligó la presencia del grupo de la Policía Ecológica que ayudó a la recolección y se los entregaron al pescador Montalvo Ventura, quien los depositó en el mar.

“El caracol blanco es una especie en peligro de extinción que hay que proteger, por eso lo tenemos que devolver al mar para que crezca y se reproduzca”, dijo.

Los pescadores Lino Pech Martínez, Fredy Jesús Santana Escalante y Felipe Chan Canché, y los niños Gonzalo de Jesús Santana Sánchez y Jorge Montalvo Irigoyen recabaron unos 300 caracoles, los colocaron en tres cubetas, los subieron en la lancha “Morena” y los llevaron a alta mar para depositarlos a dos kilómetros de la costa. “El mar nos da sorpresas, hoy (por ayer) se alejó, en cualquier día del año habrá crecientes y avanzará, son fenómenos naturales”, dijo Pech.