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Tras consumarse un nuevo atentado en contra del medio ambiente en el municipio costero de San Felipe, la diputada federal Ceci Patrón Laviada interpuso una nueva denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en la capital del país, se informa en un boletín.

La legisladora denunció por segunda vez a las autoridades municipales de ese puerto de ser los responsables de la destrucción de amplias franjas de manglar que pertenecen a la zona protegida de Dzilam de Bravo con el fin de ampliar la zona urbana de esa cabecera.

En las oficinas centrales de esa dependencia, Ceci Patrón fue recibida por su titular, doctora Blanca Alicia Mendoza Vera, a quien entregó el documento donde denuncia la tala, corte y deforestación detectados en fechas recientes, los que también denunció el 18 de junio pasado ante esa autoridad.

En el oficio la diputada pidió también conocer el avance de esa anterior querella, de la cual la misma Procuradora se encargó de proporcionarle.

Hace unos días habitantes de San Felipe acudieron a entrevistarse con Cecilia Patrón para exponerle la reincidencia de las autoridades municipales encabezadas por Juana Baltazar Santos y el síndico Felipe Marrufo López, de ser quienes dispusieron invadir esa zona protegida para urbanizarla, lo que provocó la indignación de los sanfelipenses.

La diputada recordó que el 6 de noviembre de 2018 se dio a conocer a través de medios de comunicación la noticia de que en el Área Natural Protegida la Reserva de Dzilam, que pertenece a San Felipe, era objeto de actividades de destrucción por parte de funcionarios del ayuntamiento.

“Limpieza”

Tras darse a conocer la noticia, los trabajos de deforestación se detuvieron; sin embargo, el 7 de mayo pasado ingresó maquinaria pesada a esta área natural protegida para llevar a cabo la “limpieza” de esta zona, que ocasionó el corte, arranque, desmonte y eliminación de vegetación natural y en consecuencia eliminó gran parte de la superficie protegida, poniendo en peligro aquellas especies, cuya preservación dependen de este lugar.

El 15 de mayo pasado, los vecinos se percataron de la presencia de trabajadores en esta zona, quienes continuarían realizando la “limpieza” de la reserva.

El 25 de mayo los trabajos se detuvieron; sin embargo, la mayor parte de esta zona ya se encontraba deforestada.

El 29 de mayo, con el evidente fin de generar un cambio de uso de suelo de estos terrenos forestales, continuaron las actividades de cortar, desmontar, talar y rellenar el humedal, pese que en su gran parte ya se encuentra destruida.