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Keith Raniere, el líder de la secta sexual Nxivm, que se describía como empresa de autoayuda y superación para mujeres, mintió para llevar a Estados Unidos a tres hermanas mexicanas con quienes tuvo relaciones sexuales y terminó por reclutar a la menor para que consiguiera más víctimas. No eran las únicas, su agrupación tenía casi un millón de seguidoras.

Además, Moira Kim Penza, fiscal federal en Estados Unidos, reveló que Emiliano Salinas Occelli, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari, es cómplice de Keith Raniere. El esposo de Ludwika Paleta fue identificado por la fiscal estadounidense como un co-conspirador, al señalar que participó en la creación de cuentas de correo para desacreditar a los detractores de la secta.

Ahora, en el marco del juicio contra Raniere, revelaron que su secta no solo tendría casi un millón de esclavas sexuales, sino que también describieron la manera en la que las presionaba para que consiguieran más “fieles”.

“Me estaba presionando para tener 100 esclavas, incluso familiares” y yo apenas contaba seis”, narró el lunes durante el juicio Laureen Salzman, una de las víctimas.

Asimismo, la testigo aseguró que estuvo al lado de Raniere casi 20 años, también aceptó haber cometido crímenes con él y relató su ceremonia de iniciación, en la que realizaron un tatuaje con las iniciales del hombre.