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Entre gritos, porras de ¡Presidente, Presidente, Presidente!, ¡Es un honor, estar con López Obrador!, así como súplicas de “un minuto de su atención, por favor”, fuertes empujones y pisotones el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Mauricio Vila Dosal se abrieron paso para salir del aeropuerto a su llegada a esta ciudad alrededor de las 18:35 horas.

“En la cena con más calma”, “más tarde”, fueron las pocas respuestas que el jefe de la Nación daba a los reporteros que trataban de entrevistarlo mezclados entre las personas que querían saludarlo o entregar alguna escrito y peticiones, y algunos agentes de seguridad perdidos entre los que rodeaban al presidente y al gobernador.

El mandatario nacional arribó ayer al aeropuerto internacional de esta ciudad a bordo del vuelo comercial 527 de Aeromexico que aterrizo a las 18:25 horas y lo recibió el gobernador Mauricio Vila Dosal y el administrador de ASUR en el Sureste Héctor Navarrete Muñoz, quien pasaron hasta el corredor de salida de los viajeros para acompañarlo en su salida.

En el vuelo comercial anterior al de López Obrador llegaron también Olga Sánchez Cordero secretaria de Gobernación y el Canciller Marcelo Ebrard Casaubón, quienes acompañaran al presidente del país en esta gira de trabajo por el Estadao.

Lo único que confirmó el presidente López Obrador a su llegada, fue que se reuniría con el presidente de Guatemala, pero no dio a conocer los temas que abordarían, o si había previsto plantear alguna situación en especial.

Desde casi una hora antes de su llegada, numerosas personas además de reporteros se instalaron frente a la salida A de los viajeros, por lo que constantemente personal de seguridad les pedían abrieran paso para dejar salir a los que llegaban.

Al llegar el vuelo en el cual arribo el presidente, los de seguridad tuvieron que improvisar una salida en el costado derecho pegado a la pared para dejar salir a los viajeros, y ya cuando salió López Obrador y el gobernador se fueron directo a los reporteros y fueron tanto los de seguridad del aeropuerto y el mismo gobernador quienes luchaban para abrirle paso al Jefe de la Nación.

También había un grupo de maestros despedidos que le pedían los atendiera, y a su paso sin detenerse hasta llegar a la suburban negra que los llevaría a la cena con empresarios y participantes de la 17ª. Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz.