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La doñita Laura N, aseguró haber sido víctima de una terrible agresión a manos de presuntos policías vestidos de civil.

Los hechos ocurrieron el sábado de la semana pasada, cerca de las 3 de la tarde, cuando una camioneta roja se paró frente a su cantona, como ella estaba esperando a alguien abrió la puerta para ver si era su familiar.

Tremenda fue su sorpresa cuando tres sujetos, presuntos agentes estatales, irrumpieron en su hogar golpeándola e insultándola.

Ella soltó que con lujo de violencia fue arrastrada del cabello para subirla a la camioneta, junto con dos de sus hijos de 14 y 17 años, quienes también fueron víctimas de tortura por los sujetos.

“Me gritaban, perra maldita, en dónde está la droga. Yo no tengo idea de que me hablaban”, asegura.

Revolvieron su cantona, rompieron sus cosas, entre ellas un palo de escoba con la que la golpearon, además fue esposada y le cubrieron la cara antes de subirla al vehículo. Se la llevaron a medio vestir, acusada supuestamente de disturbios en la vía pública, sin órdenes de cateo o de detención, sin siquiera identificarse, señala la agraviada.

Al trasladarla a los separos, cuenta en entrevistas, le quitaron su celular y su identificación; no le permitieron hacer una llamada como lo marca la ley, y la obligaron a pasar a revisión de sus partes íntimas.

A uno de sus hijos lo quemaron con toques en la lengua y en su pecho, el otro quedó muy golpeado.

Ahora Laura N. está con un esguince de cuello y con fractura en uno de sus pies. Cuando estuvo encerrada esas horas, no le dieron derecho de tomar sus medicamentos, pues padece epilepsia.

Levantó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado, su expediente es el G1/7988/2019 y señaló que interpondría su queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey).

Ahora se encuentra esperando el parte médico de todos los daños físicos. Ya recibió apoyo psicológico, pero se encuentra aún muy afectada física y emocionalmente.