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El periférico de Mérida fue escenario, ayer por la mañana, de dos accidentes de tránsito que dejaron como saldo daños materiales y tres menores tranqueados.

El primer accidente ocurrió poco antes de las 7 de la mañana, cuando una familia se transportaba en una camioneta Mitsubishi por el carril exterior del periférico.

A la altura del kilómetro 17+200, el conductor se habría dormitado, por lo que perdió el control del volante. La camioneta se salió del camino por el costado izquierdo y derribó un poste de alumbrado público para luego terminar en el camellón central de la vía.

En la camioneta iban cinco adultos y tres chavitos, quienes fueron trasladados a un hospital para su valoración, pero no tenían ninguna lesión de gravedad.

Un par de horas más tarde, en el kilómetro 45 de la misma vía, una persona que manejaba un auto Jetta golpeó por alcance a una camioneta Escape y tras el accidente trató de darse a la fuga.

Otro conductor que se percató del hecho le dio alcance al responsable y logró cerrarle el paso justo en el retorno ubicado a la altura del fraccionamiento Juan Pablo II.

Según relataron en el lugar, la persona que manejaba el Jetta bajó de su auto y cayó al suelo, pero después se levantó y se metió a su vehículo de donde no lo pudieron sacar ni siquiera agentes de la SSP.

Los conductores habrían llegado a un acuerdo de pago de daños mediante las aseguradoras, pero la policía se encargaría del joven para saber si iba en estado de ebriedad o había consumido alguna otra sustancia tóxica.