Muchos pescadores ribereños y de barcos de Yucalpetén están inactivos por las fuertes suradas que afectan las costas de Yucatán y porque la baja captura de especies de escama no hace redituable la salida de las embarcaciones.

José Betancourt “Chepa”, permisionario pesquero de Chicxulub Puerto, pide que el gobierno estatal ayude con financiamiento a los pescadores porque, afirmó, ya no tienen ni para comer.

Por los fuertes vientos del Sur, conocidos también como “sueste”, y por las marejadas altas, la Capitanía Regional de Puertos cerró anteanoche domingo, a las 8, todos los puertos de Yucatán a la navegación menor.

Ayer lunes a las 8 de la mañana los reabrió. Sin embargo, debido a que persisten los vientos del Sur y el oleaje alto, los ribereños no salieron a pescar.

Los pescadores que laboran en barcos están inactivos, pues las condiciones atmosféricas no son propicias para trabajar en alta mar, según reportan los patrones por vía radial.

En los muelles de Yucalpetén, pescadores comentaron que debido a que hay baja captura de mero, negrillo y otras especies de escama y no se costea el viaje, los dueños de las embarcaciones decidieron amarrarlas y esperar a que los malos tiempos mejoren y se pueda pescar.

El pescador Rigoberto Pastrana Canul señaló que desde hace varias semanas que las suradas están muy fuertes.

Añadió que esos malos tiempos son peores que los nortes y cobraron su primera víctima al hundirse la lancha “Susy” con cuatro pescadores, de los cuales solo uno fue rescatado vivo, otro muerto y los dos restantes siguen extraviados en alta mar.

La “Susy” naufragó el viernes 3. Pastrana Canul opinó que las fuertes suradas volcaron la lancha y las marejadas la hundieron.

“Chepa”, a su vez, expresó que los constantes malos tiempos propiciaron que cientos de lanchas de la costa de Yucatán estén inactivas.

Dijo que cada día que pasa la situación empeora para los ribereños, pues los ahorros que tenían de la temporada de pulpo ya se agotaron.

“Chepa” indicó que desde que terminó la pulpeada (el 15 de diciembre de 2018) a los pescadores les comenzó a ir mal, primero los nortes, luego la veda del mero y ahora las suradas que azotan muy fuerte en alta mar. Coincidió en que hay baja captura, las lanchas se tienen que alejar de la costa y pasar dos días en altar mar, invierten $5,000 para la salida y con lo que se captura de mero y otras especies de escama apenas y sale para costear los gastos, el pescador no gana, hay pérdidas.

Comentó que en su caso, está endeudado, debe como un millón de pesos en compra de carnada, combustible y artículos de pesca, entre otros, así que pide ayuda al gobierno estatal, que entre al rescate de los pescadores, que los ayude con financiamiento.