El que ya no aguantó la talacha fue el caballito de un coche Victoria que paseaba a turistas nacionales ayer por la mañana, pues se desplomó en la calle 31 de Izamal, a unos metros del arco del centro de ciudad.
Este es el segundo caso en menos de un mes, pues el jueves 11 por la tarde, otro cuaco se fue al piso a un costado del parque Zamná.
Ayer, los paseantes intentaron ayudar al caballito después de que quedara tendido cuando se dirigía hacia el Oriente.
Algunos turistas, preocupados por la salud del animal, se mostraron chiveados al ver lo ocurrido, mientras otros dijeron que el animalito se resbaló o que sufrió un golpe de calor por pasar horas de pie, sin agua ni comida. Boquearon que los caballos de los coches Victoria laboran hasta más de 12 horas, sobre todo en temporada de vacaciones.
En redes sociales llovieron las críticas: “Ya urge una ley que prohíba ese medio de transporte”. “Nos les dan de comer si son los que más trabajan, por eso se derrumban”, escribió un usuario de Facebook.
Varias personas coincidieron en que los cuacos no aguantan las prolongadas jornadas de trabajo ni el intenso calor, por lo que sería bueno establecerles un horario de trabajo de dos turnos. También pidieron que la Ley de Protección de la Fauna de Yucatán se aplique a los dueños de este tipo de transporte.
