“Calín”, “Capitán La Garra”, “Cacahuate” y “Capitán Huy” son los cuatro atorados

En un operativo llevado al cabo en alta mar, elementos de la Secretaría de la Marina Armada de México, junto con inspectores de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca) detuvieron a cuatro pepineros furtivos.

Los navales y verificadores patrullaban la costa como parte de los operativos para combatir la pesca furtiva de especies en veda, y el patrullaje dio resultado cuando, frente las costas de San Crisanto, los elementos de la Armada, al inspeccionar una lancha ribereña hallaron pepino de mar fresco recién capturado.

En la embarcación fue hallado un cargamento de pepino de mar; la lancha fue confiscada y los cuatro pescadores fueron trasladados a este puerto y los pusieron ayer mismo, a las 4:30 de la tarde, a disposición del Ministerio Público Federal delegación Progreso.

Los pepineros, que dijeron ser de Campeche, relataron que fueron detenidos ayer martes a las 11 de la mañana cuando pescaban pepino de mar al norte de las costas de San Crisanto, a unos 50 kilómetros de la costa.

Los cuatro jóvenes, que se mostraron tranquilos, admitieron que pescaban pepino de mar, que en la lancha de 23 pies de eslora, tipo Imensa, tenían 60 kilos de esa especie en veda, pero no revelaron el nombre de la persona que compra el producto ni de la embarcación, tampoco identificaron al propietario.

No dieron sus nombres, solo sus apodos: “Calín”, “Capitán La Garra”, “Cacahuate” y “Capitán Huy”. Afirmaron que son de Campeche y salieron de Dzilam Bravo para pescar pepino de mar.

Por otro lado, en los muelles de Yucalpetén, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública llegaron ayer martes a las 11 de la mañana con la intención de detener a un pescador, patrón de un barco de la flota mayor, denunciado por entrar a una casa de la colonia Nueva Yucalpetén donde se apropió de varios artículos.

Lo acusaron de entrar a robar, pero la casa es de un otro pescador que recibió $4,000 de anticipó de trabajo, quien se negó a salir de viaje de pesca y no devolvió el dinero, así que el patrón decidió cobrarse por su cuenta. Por este hecho no hubo detenidos.