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La cosa se le puso caliente a Jorge Alonzo Canché, taxista, quien salió a toda prisa del vehículo que ayer rolaba en el Periférico de Mérida, luego de que éste se comenzara a incendiar; salió ileso, pero el auto se convirtió en puro fierro quemado.

El ardiente suceso tuvo lugar ayer por la mañana en la zona poniente de la vía mencionada, exactamente a la altura del kilómetro 42 o Juan Pablo II.

El mismo Alonzo Canché chismeó que iba tranquilamente manejando buscando pasaje, cuando de pronto comenzó a salir humo de la parte delantera del auto.

Detuvo el vehículo y bajó, se acercó a la zona del motor, abrió el capirote y se encontró con una llama, por lo que de inmediato fue por su extintor, sin embargo, no fue suficiente.

“No había nadie que me ayudara, estaba solo, y pues, mejor agarré los papeles del auto y me alejé”, boqueó el asustado señor.

Las llamas envolvieron el vehículo y en minutos ya estaba reducido a chatarra, para cuando llegaron los bomberos simplemente apagaron el fuego, pero ya no se podía salvar nada del auto.

Policías y peritos de la SSP llegaron al lugar de los hechos a tomar conocimiento y cuantificar daños en las vías de comunicación, que finalmente la aseguradora del taxi se encargaría de pagar.