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Cientos de feligreses, con palmas en mano, participaron la mañana de ayer en la tradicional procesión de Domingo de Ramos a Catedral, con la que formalmente dio inicio la Semana Santa.

La bendición de palmas se llevó al cabo a las 8 en Santa Lucía y fue presidida por el arzobispo monseñor Gustavo Rodríguez Vega.

En la iglesia apenas cabían las personas. Muchas llegaron hasta media hora antes con la intención de ocupar un buen lugar y alcanzar un trozo del huano que repartieron grupos apostólicos.

Llegada la hora, el Arzobispo pidió a los fieles levantar los ramos y, junto con un ministro, los roció con agua bendita. El rito continuó con la lectura del Evangelio y el mensaje de monseñor Rodríguez Vega, quien recordó que quienes aclamaron a Jesús a su entrada a Jerusalén eran personas humildes y sencillas de corazón.

Afirmó que quienes siguen a Jesús no reciben a cambio camisetas ni regalos. “Quizá a un político lo aclamen quienes pertenecen a su partido, están convencidos de su programa o por el interés de obtener algún puesto, y a la multitud a lo mejor la llevan porque le regalan una playera o la esperanza de que le cumplan una promesa. Así son esas multitudes que aclaman a un candidato”.

En el caso de los artistas, a los que se ha convertido en ídolos, el Arzobispo advirtió que muchos de ellos tienen un comportamiento no ejemplar para niños y jóvenes.

“A Jesús lo aclama gente de fe”, resaltó. “No se reparten camisetas, no hay regalos. Es gente de fe que viene con la esperanza de lo que vamos a recibir los creyentes”.

Aclaró que esa multitud no era la misma que luego pidió la crucifixión de Jesús, como muchos piensan. “La turba que pide la muerte de Jesús iba por allí mezclada con los discípulos, los creyentes, María y muchas personas buenas que lloraban. Muchos ni sabían de qué se trataba o solo seguían lo que sus autoridades les decían”.

De igual manera al finalizar el mensaje se realizó la procesión sobre la calle 60 ante la mirada curiosa de turistas que a esa hora paseaban en el Centro. Ya en Catedral se leyó la Pasión de Cristo.

Otras celebraciones

En el interior del estado también se realizaron numerosas ceremonias, procesiones y representaciones de la entrada de Jesús a Jerusalem. Ejemplo de ello fueron las celebraciones realizadas en Progreso, Tizimín, Umán, Suma de Hidalgo, Motul y Dzidzantún.