Fotografia de la Edición Impresa

Tía, te voy a contar mi problema. Yo soy un chavo tímido, muy callado y recatado, pero resulta que con la heladez que hubo en estos días se me infectó mi garganta y mi voz que normalmente es suave y baja suena muy varonil y masculina; por eso me hacen mucha burla en la escuela.

Carlos Jiménez

¡Ay, sobrinito! Normalmente yo te recomendaría que tomes miel con limón, pero en tu caso, lo mejor es que te quedes así para ver si cae alguna chamacona, porque eso de ser tan tímido da mucho qué pensar, no sea que los chismosos crean que eres cancalás por no acercarte a las morras.