Camila Sodi terminó de rodar Luis Miguel, la serie y, de inmediato, se ligó a otro proyecto de Netflix: la serie Distrito Salvaje. La mexicana está feliz con el resultado que se acaba de estrenar en la plataforma streaming. Y es que por primera vez en su vida tiene el papel de una mujer ruda, lo que ha permitido que el público vea otra de sus facetas interpretativas.
“Siempre me habían estereotipado en otro tipo de papeles, como la chica linda que termina con el chico, que tiene un romance, el súper pelo que vuela con el ventilador. Maquillaje, súper limpia… Giselle es otro tipo de mujer. Ella es súper fuerte, muy decidida. Tiene un objetivo súper claro, que es su trabajo. No la distrae ni el sexo ni el amor. No está pensando en cómo se ve en ningún momento. Me pintaban ojeras gigantes, me peinaban como rectora de una secundaria. Me encantó que me dieran una oportunidad distinta, de un personaje totalmente diferente que en México nunca me habían dado la oportunidad de hacer. Entonces me saca del estereotipo y me da unos matices bien padres como actriz”.
Camila Sodi terminó de rodar Luis Miguel, la serie y, de inmediato, se ligó a otro proyecto de Netflix: la serie Distrito Salvaje. La mexicana está feliz con el resultado que se acaba de estrenar en la plataforma streaming. Y es que por primera vez en su vida tiene el papel de una mujer ruda, lo que ha permitido que el público vea otra de sus facetas interpretativas.
Lo que más le gusta de Giselle, dice, es que le podrá mostrar a su pequeña hija Fiona que no todas las mujeres deben ser bellas.
“Yo tengo una hija y como mujer es muy importante para mí poder enseñarle que hay diferentes tipos de mujeres y yo interpretarlo y decirle: ‘Ninguno es mejor que otro, solo son distintos y tienen el mismo valor. Y uno puede estar buscando el amor de su vida, la otra brillar a nivel profesional’. Es importante abrir estos caminos”.
Además de un cambio de rol, este proyecto implicó para la actriz una doble mudanza: Dejar Acapulco para irse a vivir tres meses a Bogotá.
