Fotografia de la Edición Impresa

Tía, deja te cuento un mal mío, aunque la verdad no si es en realidad un mal. Resulta que desde hace un tiempo que me atraen mucho las cuarentonas, pero no sé por qué. Espero puedas darme una ayudadita.

Miguel Cauich

¡Ay, sobrino! La neta que al leer lo que escribes hasta me dio ganas de darte a probar de mis cositas, pues siento que soy tu tipo. Lo único que te puedo decir es que no sientas culpa por desear carne añeja, pues es normal buscar experiencia, solo no te pases de la raya y te vayas a raptar a una abuelita de su cantona.