Al entrar al salón de clases, la maestra observa el pizarrón donde hay un tilín dibujado.

Sin decir nada, borra el pizarrón, se da vuelta y comienza la clase.

Al otro día, el mismo dibujo, pero un poco más grande. La maestra lo vuelve a borrar sin decir nada.

Al día siguiente, el mismo dibujo pero mucho más grande, y debajo una nota que decía: “Cuanto más lo frota, más se crece”.