—Hijo, te quedó muy bien ese tatuaje del chamuco que tienes en el brazo.

—¡Ay mamá! Ya basta, ya te dije que es mi novia.

—Ah, pues tú no me dices.

*** 

—¿Sabes cuánto tarda un burro en morirse?

—No tengo ni idea. Pero voy a sentarme aquí para observarte.