—¿Qué pasó, compadre?

—Mi burro mató a mi suegra de una patada.

—¿ Y toda esa gente conocía a tu suegra?

—No, vinieron a comprarme al burro.

***

En el velorio de un gallego, un amigo del difunto se acerca a la viuda y le dice:

—Lo siento, señora, lo siento.

Y la señora le responde:

—No, gracias. Déjalo acostadito nomás.