—Amor, mi primer beso de amor fue la playa. ¿Y el tuyo, gordo?
—En la prepa.
—¿Qué no tu prepa era solo para hombres?
—Sí…
****
—¿Cómo te va con tu matrimonio?
—No me puedo quejar.
—Ah, entonces te va de maravilla.
—No. No me puedo quejar porque mi mujer me pega.