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¿Para qué participar en un programa en el que nadie sabe que soy yo? Pregunta el chulo Laureano Brizuela, y la respuesta es para jugar con el público y divertirse.

Y eso fue lo que sucedió en “Quién es la máscara” el más reciente programa de “Telerrisa”, en el que el “ángel del rock” personificó a Águila.

En chisme con al ¡Al chile!, Laureano Brizuela jura que fue una gran experiencia ser parte de este “chow”, y siente que pudo haber continuado dos o tres emisiones más, pero le desfavoreció “La camisa negra” que interpretó.

El domingo pasado en la tercera emisión del programa que se transmite por el Canal de las Estrellas, el intérprete se convirtió en uno de los dos personajes de la noche que tuvieron que develar sus identidades, el otro fue “Pez”, que ocultaba a la actriz Stephanie Cayo.

Sin embargo, el “ángel del rock” asegura que fue una gran experiencia y agradece la invitación que la producción que Miguel Ángel Fox, le hizo para ser parte de ella.

Destaca que cuando le hicieron la propuesta investigó sobre el programa y vio que fue un éxito tremendo en Corea, lugar en el que nació el proyecto, que luego se replicó en Gringolandia donde lleva más temporadas.

Suelta que en México Miguel Ángel Fox quiso traer los personajes originales, pero resultó muy complicado, por lo que decidió crear unos que fuesen propios.

Lo anterior permitió que los participantes, como es su caso, pudieran darle un toque singular de acuerdo con su carácter y estilo.

Comparte que en su caso le sugirieron ser Águila y le pareció muy bien, pues está presente en las cosas que tienen que ver con la justicia y humanismo, es un luchador solitario, tiene una visión aguda y está presente en el escudo de México.

Señala que las caracterizaciones de todos los personajes son fantásticos y destaca la gran labor secreta del programa, pues nadie sabe quiénes son hasta que se quitan la máscara, “ni los choferes que van por nosotros saben quiénes somos”.

Entran al estudio con máscaras para que nadie pueda saber su identidad.

Una muestra de ello es que ninguno de los investigadores logró adivinar quién se escondía en el Águila.

Consuelo Duval creyó que se trataba de Latin Lover, Yuri pensó que era David Zepeda, Adrián Uribe apostó por Julián Gil y Carlos Rivera por Javier Poza.

Laureano Brizuela dijo que no podía creer que Yuri no lo hubiera reconocido, pues aunque no se vio a cuadro le recordó que ella le abrió 18 conciertos cuando iniciaba su carrera.

Sobre cómo fue salir al escenario con un vestuario tan complejo, resalta que fue complicado e incluso le daba claustrofobia de lo pegado que era, tan es así que tuvieron que ponerle unos ventiladores silenciosos a la máscara para que pudiera sentirse más cómodo.

Las alas del águila pesaban más de 20 kilos y tenía un relleno en el pecho, de manera que no era sencillo cargar el peso del traje.

El artista chismea que vio algunos comentarios en redes de personas que sí creían que él era Águila, “pero no podía darles like, porque hubiera sido como afirmar que era yo”.