Fotografia de la Edición Impresa

Tía, quise declararme a una chava así que compré un peluche unas rosas y chocolates, pero, cuando fui a darle los regalos, me di cuenta que ella estaba detrás de mi, y no buscaba que hacer. Me dijo que si yo quería darle eso y un rapidín pero me dio vergüenza y salí corriendo. ¿Qué hago?

Tadeo Chan

¡Uay sobrino! Pues aprovecha el ofertón que tienes enfrente de ti, no debiste haber salido como gaina de patio. Lo que debiste hacer es seguirle la corriente, ahora que pensará la chava de ti, que tal si se le quitan las ganas y ya ni tu momento feliz te dará.