Fotografia de la Edición Impresa

Tía le cuento que el otro día fui al puerto de Progreso y vi a un chavo que estaba en una de las palapas con sus cuates creo era gringo el canijo y sostenía un tremendo pepino que hasta me dio ganas de comerlo, de solo verlo hasta quería saborearlo

Mildred Celis

Sobrina, te echaste tu buen taco de ojo, que bueno que disfrutaste la vista, y sobre todo ese pepinote que se cargaba ese machín. Te hubieras acercado y mostrado tus encantos al gabacho, con chance y le saboreabas su pepino, chula.