Querida tía, fíjese que la hija de la vecina anda de cola caliente desde que regresó de viaje. No hay día que no le vea entrar a su casa con carne nueva. La condenada anda bien encendida, ya hasta miedo da que vaya a mirar en terrenos ajenos.

Rubí Poot

¡Ay!, sobrinita… Pero si la que anda de mirona es otra. ¿Qué mañas de andar espiando por las ventanas? No ande metiendo las narices en asuntos ajenos. Si la muchacha anda de calentona pero no se anda metiendo con lo ajeno, ¿a ti qué? Pele ojo, pero con las amiguitas del viejo.