Fotografia de la Edición Impresa

Tía, estoy a punto de largarme de mi cantona, pues tengo unas vecinas chismosas y me chivea que por cualquier cosa estén inventando que soy puyulito y que se lo digan a mi jefa. Dame un consejo, gordita.

José Hernández

¡Tranquilo, sobrino! No te me achicopales, gente chismosa siempre habrá. La neta lo mejor es mandarlas por un tubo, aunque se me hace que si insisten es porque quieren comprobar que de verdad eres machín. Yo que tú les propongo una revolcada pa’ que se les quite.