Fotografia de la Edición Impresa

Tía Justa, fíjate que le traigo muchas ganas a mi esposa, pero a un mes de la boda no hemos planchado. Ni la puntita deja meter. Siempre inventa motivos para no cumplirme y eso que el matrimonio me salió caro. Con decirte que en la noche de bodas terminé ahogado, pero de borracho y decepción.

Esteban Chapa

Siempre he dicho que los zapatos ni a la fuerza entran. Pero tú excediste tu endejez. Aquí hay de dos sopas: una tu vieja te pone los cuernos con otro o puede ser que tu esposa sea una devora pilines y como eres bien coyón le sacas. Algo me dice que tu vieja te está cuenteando. Sé más aguerrido y ve tras tu presa y devóratela.