Fotografia de la Edición Impresa

Tía, fíjate que ando tristona y enojada a la vez, ya pasó un mes y no puedo superar a mi ex. Es que todavía no me explico por qué me dejó, si yo le di todo; amor, era buena en los asuntos de plancheo, hasta pagaba todo cuando salíamos, porque él no tenía lana nunca. ¿Por qué, Tía, por qué?

Camila Sánchez

¡Ay sobrina! Ya supéralo, no vale la pena seguir chillando por ese condenado, que no supo valorar el tremendo bistec que tenía. Así son los hombres sobrina; mientras más los consienta una, menos la valoran. Además, a mí se me hace que ese ija era mariposa de clóset y sólo te utilizó para que le prestes tus pinturas y maquillaje, ahora ya debe estar con otro machín.