Fotografia de la Edición Impresa

Tía fíjese que celebré mi cumpleaños en mi cantona vinieron mis cuates y me puse hasta las chanclas. Todo iba muy bien hasta que de repente vino la chava que me gusta y cuando quise hablar con ella me vomité en su ropa y me desmayé no supe más de la vida ni de la chica.

Gerardo Tamayo

Qué cochino eres, sobrino cavaste tu propia tumba, si querías dar una gran impresión, ¡vaya, que la diste pero remal!, así ten por seguro que la chica que te gusta no te va volver a hablar. Mejor intenta remediarlo con algo, no se invítala a cenar o regálale algo si te manda por un tubo ni modos, aguanta vara.