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La cantante Pink no tiene reparos en interrumpir sus iras si sus hijos se sienten cansados en mitad de las mismas.

La cantante de “Just Give Me a Reason” se encuentra actualmente en medio de su “Beautiful Trauma World Tour”, con su esposo Carey Hart y su hija Willow, de seis años, y su hijo Jameson, de 16 meses, que viajan junto con su mamá en el autobús turístico.

Sin embargo, Pink insiste en que no dudaría en reducir drásticamente sus actuaciones en vivo si el viaje y los horarios ya no son buenos para su familia.

“Cuando las giras dejan de funcionar para los niños, si deciden que solo quieren estar en casa y llevar una vida normal, lo que sea que eso signifique, me detendré porque son, con mucho, la prioridad”, explicó Pink a la revista Redbook.

Sin embargo, la cantante admite que se enorgullece de mostrarles a sus hijos lo que mamá hace para ganarse la vida.

“Creo que es genial que puedan ver a su madre ser la jefa y trabajar realmente enloqueciendo para hacer realidad un sueño”, continúa. “Yo diría que es un 95 por ciento de la gira es positivo”.

Por ahora, Pink está feliz de hacer malabares con su vida personal con sus compromisos profesionales, porque dice, ha encontrado “el equilibrio perfecto” en tocho morocho.