La actriz afirma que en su contrato no estaba estipulado que debía quitarse la ropa en ciertas escenas

El 19 de mayo se transmitió el episodio final de “Game of Thrones” y es justo ahora, seis meses después, que una de sus protagonistas, Emilia Clarke, denuncia que fue obligada a hacer escenas de desnudos.

La actriz, quien conquistó al mundo (y luego lo hizo enfadar) con su personaje de Daenerys Targaryen, contó que los jefes de producción la presionaban e incluso la llegaron a chantajear para que se quitara la ropa en las escenas de intimidad que tuvo su personaje con dos actores en concreto, Jason Momoa (Khal Drogo) y Kit Harington (Jon Snow).

“Tuve varias discusiones. Por ejemplo, les decía que la sábana no me cubría todo el cuerpo y ellos contestaban: ‘No querrás decepcionar a tus seguidores de Game of Thrones”, chismeó la actriz británica.

La actriz aceptó las presiones, insinúa, pues era joven, novata e inexperta. “Ahora soy más sabia y sé con qué cosas me siento más cómoda”, menciona y subraya que precisamente donde más escenas de este tipo realizó fue durante la primera temporada de la serie… aunque no estaba estipulado en su contrato.

“Acepté el trabajo y después ellos me mandaron los guiones. Al leerlos fue como: ‘Oh, aquí está la trampa (pero) acababa de salir de la escuela de teatro y lo asumí como un trabajo. Si estaba en el guión, entonces era claramente necesario. (Y entonces pensaba) ‘Esto es lo que hay, y voy a hacer que tenga sentido. Todo va a salir genial’”.

Emilia Clarke también contó que en esa primera temporada se sentía perdida cuando tenía que rodar ese tipo de secuencias. “Me sentía como que flotaba en la primera temporada. No tenía ni idea de lo que estaba haciendo, no sabía qué debía hacer. Desconocía qué se esperaba de mí. Si algo me hacía sentir mal, me iba al baño a llorar y después volvía para hacer la escena”.

En 2016 Emilia Clarke chismeó al diario “The Sun” que el estrés que le generó realizar desnudos ante la cámara le generó tanto estrés que incluso llegó a depender del alcohol. “Todo lo que necesito es vodka, una iluminación favorecedora y estoy lista”, contó ese año.

Pese a lo incómoda que se sintió, la actriz dice que no se arrepiente de nada. “La gente me pregunta lo del desnudo siempre. Pero la respuesta corta es ‘No, no cambiaría nada’”.