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La fiscal Laida Bacelis Díaz pasó apuros para exponer los datos de prueba en contra de H. C. V., a quien denunció la señora G. M. M. C., por intento de feminicidio, aunque la Fiscalía General del Estado lo puso a disposición de un juez por violencia intrafamiliar. El chisme está así: hace un par de semanas, la denunciante acusó de tardanza a la FGE, porque aunque ya había presentado suficientes pruebas a su favor a un año y cuatro meses después, la “Fisca” no turnaba el caso a un juez de control.

Ayer, el acusado fue presentado ante el juez Raúl Antonio Bonilla Castañeda del Juzgado Primero de Control, quien le imputó los cargos de violencia intrafamiliar por golpear, violar y amenazar a quien en su momento fue su pareja sentimental y con quien vivía en unión libre y procreo un hijo.

G. M. M. C. denunció que su ex pareja comenzó a violentarla en 2017, después de una discusión, el acusado le dio una patada en el pecho y, tras otros tipos de agresiones, la golpeó en su “face” con un teléfono, lo que le ocasionó un “microinfarto”, algo que la Fiscalía General del Estado no pudo acreditar, porque no han podido encontrar al médico que dio el diagnóstico ni documento que lo avale.

Después, la mujer sufrió varios tipos de violencia física, psicológica y sexual; en una ocasión, habría denunciado, su entonces pareja la obligó a tomar un cuchillo y amenazó con matarla a ella, a su hijo y luego suicidarse.

El Ministerio Público abrió la carpeta de investigación y le dio protección a la mujer, pero empezaron una serie de inconsistencias por parte de la FGE que quedaron de manifiesto ayer cuando la fiscal Bacelis Díaz comenzó a exponer los datos de prueba.

Policías de la PEI tuvieron que acudir en dos ocasiones a la casa donde ocurrieron los hechos, porque en la primera llenaron de forma incorrecta el formato, en una ocasión la mujer acuso a H. C. V. de seguirla en auto en la colonia Pensiones, indicando que dio aviso a sus custodios de la PEI que la seguían, sin embargo éstos dieron un informe pero jamás fueron llamados a comparecer ante el MP. La Fiscal presentó “pruebas” no fundamentadas, como una botella con ácido que habría sido aventada contra la casa de la denunciante con amenazas de muerte, pero que no pudo ser analizada porque, según la FGE, no contaban con las herramientas necesarias para analizar el contenido de la botella. Además la mujer compareció en varias ocasiones ante el MP, que a cada comparecencia pedía más pruebas, en otra ocasión la mujer presentó como prueba un memorial de una de las agresiones y con ella las fotos de una cuerda; en más de tres ocasiones la Fiscal confundió con su relato al juez, por lo que fue reprendida. “Fiscal, usted es el Ministerio Público, usted debe indicarme lo que es, no lo que se supone. No entiendo por qué expuso alguien que no conoce la carpeta de investigación”, le reprendió el juez.

Finalmente, al acusado le fueron imputados los cargos, la defensa pidió tiempo para presentar pruebas a su favor, por lo que el juez agendó la audiencia de vinculación para el martes a las 13:30 horas.

La Fiscalía imputó violencia familiar y se fijó fecha 26 de noviembre a las 13:30 horas para la vinculación, sin embargo, el juez no tuvo elementos que justificaran la medida de prisión preventiva (ya que el delito no alcanza la calificación que ameritea obtener la pena que lo prive de su libertad; la Fiscalía debe llevar al juez elementos para justificarla).