Un bebé en la localidad de Cachemira, India nació con una segunda cabeza de dos kilos, pero debido a las creencias los familiares consideraron que el recién nacido traía una maldición.

El padre lo llevó a un cementerio y lo enterró vivo, el bebé estuvo a punto de morir, pero un trabajador del sitio alertó a las autoridades sobre el llanto de un bebé y en cuestión de horas fue rescatado y auxiliado.

La Policía se encargó de trasladar al bebé a un hospital y posteriormente los médicos lo sometieron a una cirugía plástica y extrajeron un tumor que se encontraba a la altura de su cabeza.

El padre fue arrestado y actualmente, el bebé se encuentra bajo los cuidados de su tío.