Tras los incendios forestales que arrasaron miles de hectáreas y las fuertes lluvias que se registraron diversas zonas, Australia enfrenta ahora graves tormentas de polvo en su región sureste.

Tanto en Nueva Gales del Sur como en Victoria, áreas afectadas por los incendios, se reportaron tormentas eléctricas, granizos, potenciales riadas y vientos que desembocaron en fuertes tormentas de polvo.

En un video compartido desde Twitter, la agencia australiana de meteorología emitió desde el domingo pasado una serie de alertas sobre los nuevos siniestros.

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Las ráfagas de aire han registrado una velocidad de 94 a 107 kilómetros por hora y por ello las autoridades han pedido a la población que se resguarde y evacué los espacios más vulnerables.

Tanto lluvias como tormentas y granizos también cayeron sobre East Gippsland y Snowy Mountains, lugares que fueron gravemente golpeados por los incendios.

Según testimonios locales, las esferas de hielo más pequeñas alcanzaban el tamaño de pelotas de golf.