En la provincia de Sanxi, China una joven acudió a una tienda de mascotas para adquirir un cachorro raza ‘spitz japonés’ pero a los pocos meses de tenerlo, comenzó a notar rasgos extraños en él.

Luego de dos meses, notó que el cachorro no ladraba, se negaba a comer alimento para perros y su cola crecía de una manera poco común en un canino, por lo que decidió llevarlo a un zoológico local para revisarlo.

En el lugar, descubrieron que se trataba de un zorro y aconsejaron a la dueña a dejarlo ahí para poderle dar una nutrición y cuidado adecuado para su especie.

También aseguraron que con el paso del tiempo el carnívoro comenzaría a tener un olor corporal desagradable por lo que no se recomendaba mantenerlo como mascota.

La chica, siguió los consejos de los expertos y dejó al pequeño en cautiverio.