Evelyn Hernández es una joven salvadoreña de 19 años que pasará 30 años en la cárcel por parir a su  nené muerto, que ni siquiera sabía que esperaba.

El pasado 6 de abril tras un dolor muy fuerte en el vientre, expulsó a su bebé en el baño, perdió el conocimiento y fue llevada al hospital por su madre.

La chamaquita, estudiante de secundaría, había sufrido por 6 meses abuso sexual por un miembro de una pandilla. Dice que sangraba periódicamente y nunca se dio cuenta que por una de esas violaciones había quedado embarazada.

Esta semana fue sentenciada a 30 años de prisión por “homicidio agravado en perjuicio de su hijo recién nacido”, pues señalan que es culpable de no buscar atención prenatal y propiciar la muerte de su chiquito.

En el Salvador el aborto es ilegal bajo cualquier circunstancia, como la violación, por lo que  varias mujeres han sido encarceladas en circunstancias similares.