Hace aproximadamente 30 años, mis abuelos trabajaban cuidando fincas ganaderas y de otras clases.

Está historia acontece en una finca llamada “Los Caracoles” en Colombia, se dice que el dueño de esta finca era un señor muy amable, amigable con todos, mi abuelo buscaba trabajo y le recomendaron visitar a éste señor y así todo se dió.

Mi abuelo consiguió el trabajo en la finca y todo iba genial… Al Principio.

“El Patrón” como le decía mi abuelo visitaba todos los días la finca y entre bromas le decía a mi abuelo, “Usted es un excelente trabajador señor Fredy, siga así para cuando venga Satanás se lleve una buena impresión”. Mi abuelo solo sonrió, pues lo tomaba en broma.

Al mes de estar trabajando en la finca llegó un señor con la piel tan pálida como la ceniza y dos acompañantes más, el dueño le dijo a mi abuelo, “Vaya busque el Novillo (Vaca Bebé) más negro que tenga en mis tierras señor Fredy y atelo bien fuerte”, Mi abuelo lo hizo sin cuestionar.

Luego de atar al novillo mi abuelo y los dos acompañantes del señor de piel pálida hicieron un gran agujero y le construyeron una tapa de concretó.

Mi abuelo ya no aguanto la curiosidad y le preguntó a los acompañantes: “¿Para que es el Novillo y este agujero…?”, Un acompañante respondió: “Aquí en esta finca señor Fredy se va a llevar acabó un pacto con Satanás, en este agujero se sepultara vivo el Novillo que usted buscó y cada vez que esté haga sonido allí dentro, aparecerán cientos de vacas en estas tierras”.

A mi abuelo se le puso la piel de gallina y con temor preguntó: “¿A qué precio es esto?”, A lo que respondieron: “Señor Fredy, cada año a partir de este día en esta finca va a morir alguien ya que esas almas serán el pago de este pacto”.

Entre carcajadas le dicen: “Le recomendamos que no esté aquí dentro de un año”.

Desde ese día mi abuelo supo de ese pacto y el dueño de la finca no tenía conocimiento de que mi abuelo sabía de eso, a pesar de todo mi abuelo siguio trabajando normalmente hasta que faltando dos meses para que se cumpliera el año del pacto “El Patrón” le decía a mi abuelo en sentido de broma: “Bien señor Fredy usted es mi mejor trabajador, no vaya al peluquero para que Satanás lo reconozca cuando venga por usted”, Mi abuelo solo reía pero en el fondo sabía que era verdad.

Faltando un día para que se cumpliera el año se empiezan a escuchar extraños ruidos en la finca, los perros ladraban mucho, las brisas eran tan fuertes como un huracán, todos los demás trabajadores tenían miedo pues creían que era el clima, excepto mi abuelo quien conocía la verdad.

Entre estos sucesos “El Patrón” le dice a los trabajadores: “No tengan miedo, Jajajaja solo es Satanás que está llegando y viene por nuestro amigo Fredy”, Todos reían pues siempre creían que eran bromas.

A las 11:45 de ese día, mi abuelo a escondidas emprende la huida, ya que sabía el destino que le esperaba si se quedaba hasta el siguiente día, en la huida una fuerte brisa arremete contra él, contra su espalda y aterrorizado mi abuelo corre lo más rápido que le daban sus piernas y fue así hasta llegar a la puerta de la finca.

Cuando salió fuera volteó hacia atrás y observo la figura de un hombre alto, vestimenta blanca de apariencia muy fina y un sombrero, al ver esto a mi abuelo se le pone la sangre helada y sintió que su cabeza se hizo muy grande.

Mi abuelo logró escapar, pero se dice que cada año en esa zona desaparecen personas, desde ese entonces hasta la actualidad.

Desde ese día mi abuelo nunca volvió a esas tierras y si tal vez hubiese creído que todo era en broma, creo que ya no estaría aquí contándoles esta historia.

Jesús Rodríguez