Hace muchos años existió una hermosa mujer cuya cabellera era su pertenencia más preciada, no se cansaba de admirar su belleza, por lo que se la pasaba mirándose al espejo mientras se cepillaba el cabello delicadamente, sin embargo la vida le tenía preparado un trágico destino, cuando el doctor le avisó que tenía una enfermedad terminal, tenía los días contados…

Aunque con esta terrible noticia se le vino el mundo abajo, no fue suficiente para vencer su vanidad, continuaba admirándose frente al espejo y quería seguir haciéndolo después de morir, así que le pidió a su esposo que le prometiera que la enterraría en una tumba llena de espejos, en honor a su belleza.

La mujer murió al pasar de los días y su esposo cumplió su promesa, pues enterró al amor de su vida en una preciosa tumba llena de espejos, ángeles, imágenes religiosas y flores bonitas en el panteón de la Leona en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, sede de esta aterradora leyenda que estaba por comenzar.

Después de su partida, la vanidosa mujer comenzó a manifestarse en las fechas cercanas al día de muertos y cada aniversario luctuoso, se dice que la mujer toma un taxi desde el desierto la Leona, y pide que la lleven a su casa, al llegar a su destino, dice que su esposo enseguida saldrá a pagar el servicio, pero este nunca sale; Cuando algún taxista ha llegado a tocar su puerta, sale un solitario señor ya de avanzada edad, y les dice que la mujer que llevaron, es su esposa fallecida desde hace varias décadas, pero en esa temporada del año, ella va hacerle compañía en su vejez.

Pero así como la mujer viaja a su antigua y aún casa de su esposo, tiene que regresar a donde pertenecen los muertos, pues en otras ocasiones, la hermosa pero muy triste mujer toma el taxi desde afuera de la casa y le pide al chófer que la lleve al panteón de la Leona, al bajar la mujer desaparece entre la niebla, se va a descansar pero siempre regresa…