VALLADOLID.- Vecinos de la colonia Oaxaqueña exponen necesidades en su colonia como reparación de calles, mayor atención medica y una escuela. Pablo Chacón Yupit

VALLADOLID.— “Para no matarlas y luego matarme, mejor les dejo”, dijo Olfa Santos Lozano a sus cuatro hijas y las abandonó en octubre pasado. No tenía dinero para comer y vivían en la pobreza extrema luego de que su esposo y papá de las niñas, Pedro Celestino Cobá Camal, de 40 años, murió.

 El matrimonio tuvo cinco niñas y a todas le pusieron como primer nombre “María”: María Herminia, de nueve años; María del Carmen, de ocho; María Luciana, de siete; María Inés, de cuatro, y María Valentina Cobá Santos, de dos.
 Vivían en un predio de la calle 45 entre 16 y 18 de la colonia Oaxaqueña. Aunque pobres, tenían para comer cuando vivía el papá, quien trabajaba en un rancho en el estado de Quintana Roo y mantenía a su familia.
 Pero todo cambió cuando Cobá Camal murió de un infarto; había días que no tenían ni para comer; lo cual comenzó a desesperar a Olfa Santos, quien observaba que sus pequeñas pedían los alimentos y no había nada.
Las dejó con sus tíos

El mismo mes de octubre, tras dos días de no comer, la mamá se levantó al amanecer, recogió algunas pertenencias y les dijo a sus niñas que mejor se iba y las dejaba al cuidado de sus tíos María de Jesús Cobá Caamal y Venancio Tec Canché, a quienes también les complicaron la vida, pues no podían permitir que sus sobrinas estuvieran solas a merced de alguien que las dañara.

Además, no había nadie que se pudiera hacer cargo de ellas; por tanto, no hubo otra alternativa y las recogieron para ver por ellas.

La madre se llevó a María Luciana, de siete años, dejando a las otras cuatro; a la fecha se desconoce su paradero, no se ha tenido comunicación con ellas.

Solo María Herminia y María del Carmen estudian la primaria, pero faltan con frecuencia. No desayunan ni llevan alimentos a la escuela, por lo que ambas tienen problemas de desnutrición.

Recientemente le hicieron un cuarto a la familia donde viven las cuatro con sus tíos. Sin embargo no tienen baño, por lo que hacen fecalismo al aire libre. Corren constante riesgo de que alguien abuse de alguna manera de ellas.

El DIF Municipal las visitó para constatar el problema y les ofreció que les daría una despensa, al menos mensualmente, pero hasta ahora no reciben nada. Algunas personas se han compadecido y les llevan comida, incluso despensas, pero no es suficiente.

Miguel Pat Xuluc, líder de Despertar Ciudadano, acudió a visitarlos anteayer sábado y dijo que es lamentable que ningún representante de los tres niveles de gobierno hubiera hecho algo por la familia.

“Han pasado a encuestar, a conocer los problemas de la familia, pero nadie ha hecho nada por ellos; mientras, su situación de pobreza es cada vez mayor, ya que los tíos tampoco tienen lo suficiente para sacar adelante a las niñas; por eso urge que alguna dependencia oficial se haga cargo del caso”, dijo.

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