En la víspera de que hoy lunes se cumpla una semana del feminicidio de Ana Cristina Gutiérrez Castillo, de 6 años de edad, habitantes de Tahdziú y Mérida realizaron ayer domingo sendas protestas para pedir justicia y un alto a los abusos cometidos contra niños en Yucatán.

En Tahdziú, a las 10:30 a.m. cientos de vecinos partieron de la casa de Zenón Gutiérrez Rivero, padre de la pequeña, en la calle 19 entre 4 de la colonia Miguel Hidalgo y Costilla, y marcharon al Palacio Municipal, encabezados por niños que llevaron carteles con las leyendas “Pena de muerte a violadores y asesinos”, “Alto a la violencia infantil”, “Alto al feminicidio”, “Mi cuerpo no quiere”, “Déjame vivir”, “Exigimos pena máxima” y “No más abuso infantil”, entre otras.

En Palacio, los vecinos le entregaron un pliego petitorio al alcalde, el priista Pedro Yah Sabido, quien fue reelecto, aunque luego durante los dimes y diretes se lo arrebataron y rompieron.

Al final, a las 12:01 del día, el edil firmó un documento donde se compromete a que la familia de Carlos Felipe Valle Yah, detenido el miércoles 22 por el feminicidio de Ana Cristina, no vuelva a vivir en Tahdziú.

Además, dijo que la familia anteanoche, a las 7, abordó un autobús a Mérida y ofreció expropiar el lote de los Valle Yah para construir ahí una escuela que lleve el nombre de la menor ultimada.

Mientras la gente protestaba en Palacio, otros vecinos quemaron cuatro piezas construidas en el terreno de los Valle Yah, una de las cuales era su tienda, la cual además fue saqueada.

En Mérida, decenas de mujeres hicieron un plantón matutino en el Monumento a la Patria para protestar por los asesinatos de la niña de Tahdziú y de Pérez Patistán, quien tenía 25 años, estaba embarazada y el martes fue ahorcada en su casa en Kanasín.