MÉRIDA.- “Detrás de cada pelota siempre hay un niño”, dice un viejo dicho popular para automovilistas, pero al guiador de una camioneta se le olvidó y por no atropellar a un menor de edad, chocó contra un árbol de la avenida Madero.

El accidente ocurrió cerca de las 6:30 dela tarde, cuando una camioneta tipo Ranger iba transitando por mencionada avenida de la colonia Francisco I. Madero.

Dijo el conductor a la Policía que vio una pelota que salió de una cancha de fútbol, y cuando estaba llegando a ella se le atravesó en el camino un niño que había corrido por el balón.

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Desesperado, dijo, trató de evitar atropellar al menor, pero perdió el control del volante y subió al camellón, chocó contra un árbol y lo arrancó de raíz.
Todavía la camioneta brincó el camellón y arrastró el árbol.

En el auto iban dos menores de edad que resultaron golpeados, pero sin lesiones de gravedad, de todas maneras fueron valorados por paramedicos de la SSP.

La policía cerró la calle y se quedaron en espera del perito de tránsito, quien se encargaría de deslindar responsabilidades.