Halachó, Yuc., 25 de mayo.- “Ya no quiero vivir” gritó Gaspar Melchor Tucuch Chi, al pretender quitarse la vida al colgar del tronco de un pozo, pero acabó rompiéndose el madero y darse así un soberbio clavado que seguramente le espantó hasta la borrachera la tarde de ayer.

El curioso caso sucedió en la calle 21 entre 12 y 14 de esta villa, en el que Gaspar de 40 años, al llegar lo primero que hizo fue desatar el cubo de la soga para amarrarse al cuello y dejarse caer, pero la madera no resistió su peso, y ¡zaz! al agua.

Incluso su papá don Juan Tucuch de 83 años, se había percatado de las intenciones suicidas de su vástago, el cual quiso evitar, pero todo ocurrió en instantes. El vecino de Halachó se había separado de su esposa hace varios meses y por eso quería atentar con su vida, pero le salió el tiro por la culata.

Sin embargo el borrachín corrió con mucha suerte, aparte que el hoyanco tiene una profundidad de 9 metros, con una altura de metro y medio de agua.

Tras dar aviso sus familiares a las autoridades, los cuerpos de rescate lograron sacar al cuarentón, para ser valorado por paramédicos de la SSP, y trasladar finalmente al hospital del IMSS del vecino municipio de Maxcanú.